30 junio 2014

Muere un atleta en la Maratón de Rosario

Otra vez el dolor por una muerte evitable.


Tuve que googlear la noticia varias veces, ya que como a la Maratón Internacional de la Bandera la auspicia sponsors de gran poder económico, parece no conveniente mostrar a la sociedad que en una carrera falleció un corredor, al que seguramente se le exigió el comprobante de pago y el deslinde firmado, pero al que seguramente no se le exigió un chequeo médico completo para poder correr. Claro, es la Copa Canal 3 los medios rosarinos difundieron la competencia, pero son esos mismos medios que ahora no le dan la difusión que la tragedia merece. Toda muerte que se puede evitar (y esta se podía evitar) no es un accidente como se encargan de repetir una, dos, tres y de nuevo otra vez, aquellos que en el fondo nos desprecian a nosotros los corredores.. no amigos, conmigo no cuenten para repetir el discurso de los poderosos, yo estoy del lado de los débiles, siempre soy así, no voy a cambiar ahora. No amigos corredores, no es un accidente, pónganle el nombre que prefieran pero no usen el de accidente, en el fondo lo sabemos todos: si se puede evitar, no es un accidente.


Dice la noticia, en otra ciudad, muy raro.. medios de otras ciudades dan cuenta de una muerte en Rosario, que medios de Rosario callan cobardemente, ocultan la noticia para que los rosarinos no sepan, mienten: dice el Diario Junin "Un atleta bragadense sufrió un infarto en una maratón rosarina y falleció. Se trata de Ricardo Adrián Subiela, de 52 años, quien sufrió un infarto tras participar de la Maratón Internacional del Día de la Bandera, ayer en Rosario"

Leo en Terra: "El corredor sufrió una insuficiencia cardíaca. Así lo confirmó Fernando Bilotta, presidente de la Asociación Rosarina de Atletismo, entidad a cargo de la prueba. Subiela padeció un paro cardiorrespiratorio y al ser asistido pudo ser compensado, pero al trasladarlo al hospital Centenario, de esa ciudad, le dio otro paro y murió"

Y sigue así: "Natural de Bragado, provincia de Buenos Aires, Subiela tenía 52 años, tres hijos y contaba con experiencia en carreras de calle. Era Licenciado en Economía"

En  ningún lado dice lo obvio, lo que se cae de maduro: que si los organizadores, en este caso Fernando Bilotta, como presidente de la Asociación Rosarina de Atletismo, exigieran un chequeo médico a cada corredor, esto se evitaba. Antes que algún inocente diga: "es responsabilidad de cada uno efectuar un cheque previo" les digo: no amigos.. no se trata de evaluar el nivel de responsabilidad de cada corredor, sino de garantizar que corran aquellos que están aptos y cuenten con un certificado médico que lo acredite, para hacerlo y solo así se pueda correr, que no sea la inscripción y el dinero en definitiva quien disponga quien puede correr y quien no. Organizar una maratón, ser el beneficiario de las ganancias económicas y ser responsables de los riesgos que su organización implica. Es así o no es, para mi es así de simple, no hay mucho más para discutir.

Se trata de que los organizadores, no solucionen su "responsabilidad legal y penal" sobre el evento que realizan con un simple deslinde de responsabilidad en donde prácticamente deja al organizador libre de cualquier culpa y cargo; y al corredor a cargo absolutamente de todo lo que pueda pasar, desde no tener asegurada la hidratación hasta que se le caiga el arco de llegada en la cabeza. Sino es muy fácil organizar una carrera, si total si pasa algo malo, eso no es responsabilidad del organizador.

Imaginemos un rato, si para entrar a un partido de fútbol, un recital del Indio Solari o para viajar en un crucero nos hacen firmar un deslinde que diga que cualquier cosa que pasa, es responsabilidad de cualquiera menos justamente del que organiza.. Ridículo, pero aca pasa eso.

Como puede ser que si fallece un hincha en un partido sale en todos los diarios, pero si muere un corredor en una Maratón, ni siquiera sacan un aviso de condolencias a la familia y amigos, un poco de respeto por favor, a ver si Fernando Bilotta, como presidente de la Asociación Rosarina de Atletismo y la gente de ARDA se ponen media pila, si se les cae una idea. Como durmió Fernando Billota cuando en una competencia a su cargo, se muere injustamente un corredor, al que si le hubieran exigido un cheque médico obligatorio para poder inscribirse, hoy estaría vivo, quizás enojado por no haber podido participar pero vivo, hasta cuando van a seguir "recomendando realizar un chequeo médico a cada corredor" es como si "recomendaran" a cada automovilista tener un seguro para circular y a cada conductor "le recomendaran" no ingerir bebidas alcoholicas antes de conducir, hasta cuando vamos a seguir lamentando muertes evitables.

Hace una semana se nos fue un corredor en Tandil, ayer otro en mi ciudad, uno de los nuestros, uno que como vos leía este Blog y se sentía identificado con ese poema que escribió un día ese gran poeta uruguayo llamado Marcial Duran y que no tuvo mejor idea que llamar "Esos locos que corren", y cada vez que lo leo me hace poner la piel de gallina, y que al igual que a mi, le gustaba a Ricardo Subiela, un corredor como vos y como yo, que le gustaba correr y al que hoy los medios en esta puta ciudad, en esta ciudad de pobres corazones como una vez escribió Fito Paez ni siquiera se han dignado mencionar. 

La pregunta es: hasta cuando la Asociación Rosarina de Atletismo, es decir un órgano dependiente de la Municipalidad de Rosario, que sostenemos los rosarinos (corredores y no) con nuestros impuestos, hasta cuando van a seguir dándole la espalda a los corredores, sin realizar ningún mea culpa sobre una muerte evitable, sobre una tragedia que se podía evitar, hasta cuando van a hablar de "accidente" y cuando van a empezar a hablar de "negligencias" buscar los funcionarios a cargo y exigirles que si no están a la altura de las funciones que deben desempeñar, en este caso organizar una maratón, den un paso al costado, por respeto a la memoria de la familia y amigos, por respeto a nosotros que día a día corremos y hoy nos despertamos con una noticia de esas que preferimos que no sean ciertas, pero descubrimos que lo son y entonces nos invade una pregunta, que nos repetimos: Porque? Se podía evitar? Y ellos se encargan de decir que no se puede evitar, que es un accidente y yo no me canso de repetir, que sí se puede evitar, que entonces que le pongan otro nombre, pero de accidental nada tiene.